Cuando me asignaron la tarea de
escribir un blog personal pensé, que bueno, no debe ser tan difícil. Estudié
comunicación, viajé, viví en el extranjero, reí y lloré, tuve pérdidas y
encuentros, corrí en autos de carrera, participé en torneos de artes marciales
(no me fue muy bien en esto), vi en persona al De Lorean de Back to the Future,
etcétera. Se podría decir que me consideraba
una persona rica en experiencias a la cual no le iba a costar mucho escribir
sobre mí. Pues no es así; estoy equivocado.
Es fácil escribir sobre los
demás, ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu
hermano y no ves la viga que está en el tuyo? Totalmente cierto. Es un
poco más complicado hacer un breve resumen de uno mismo y definitivamente muy
dificultoso escribir algo más extenso.
Me llamo Sebastián, la gente me dice Rulo, estimo que mis pelos tienen algo que ver en esto. Nací allá por el año 1979, soy lo que se considera “un nene mundialito”, un nene encargado durante el Mundial Argentina 1978. Si bien mi descendencia está relacionada con este deporte, las curiosidades de la vida hicieron que no me interesara el futbol y si los autos, así que como Argentino promedio, poseo dos de las tres aficiones características inequívocas; me gustan las mujeres y los autos.
Me llamo Sebastián, la gente me dice Rulo, estimo que mis pelos tienen algo que ver en esto. Nací allá por el año 1979, soy lo que se considera “un nene mundialito”, un nene encargado durante el Mundial Argentina 1978. Si bien mi descendencia está relacionada con este deporte, las curiosidades de la vida hicieron que no me interesara el futbol y si los autos, así que como Argentino promedio, poseo dos de las tres aficiones características inequívocas; me gustan las mujeres y los autos.
Al estar promediando los 34 años de edad tengo
asumido que soy un ser digital, pero además me considero un gran afortunado por
haber tenido la oportunidad de haber conocido la otra cara de eso. Me crié en
un tranquilo barrio del oeste de la capital federal. Un lugar que me permitió andar
en bicicleta por la calle, jugar a la pelota en la vereda y tirarme piedras con
los chicos del otro lado de la vía del tren. Una infancia normal y feliz.
Soy graduado de la carrera de
Relaciones Públicas…carrera particular si la hay. Una carrera que te da
conocimientos generales de todo, pero específico de nada. Si me preguntan hoy
si estoy contento con mi carrera, mi respuesta es ambigua. Sí, estoy contento por
haber conocido tal variedad de personas y no, no estoy contento porque el que
mucho abarca poco aprieta. Hoy si tuviese que volver a estudiar elegiría algo
relacionado con Administración Empresarial. Otra posibilidad es marketing, pero
creo que al ser algo tan vivo, mutante y en continuo crecimiento, no da para
estudiarlo cuatro años. Con esta idea en mi cabeza, y que la empresa se encargaba de pagar mis cursos de formación, me incline a cursar programas de capacitación,
cursos de posgrado, diplomaturas o como quieran llamarlo, sobre temáticas
afines al Marketing Estratégico, Dirección Empresarial, Publicidad o ahora…Marketing
Digital.
Pero volvamos al tema original de
esta primera entrada. Quien soy, como me presento. En mi Twitter (@muycutre)
entre todas las barbaridades que escribo, se puede encontrar la descripción de
mi perfil el cual reza a modo de epitafio lo siguiente: “Ciudadano del mundo. Al
fin, Lic. en Relaciones Públicas. Hippie-Audi declarado. Motero en desarrollo.
Mochilero empedernido. Fotógrafo aficionado.”
Veamos en detalle porque puse que
soy un ciudadano del mundo. Viví muchos años en Europa, en diferentes ciudades.
Viaje por muchos países y en todos encontraba esa cosa que hacía que me
sintiera cómodo. Siempre encontraba eso que hacía ese lugar especial. El que no
sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra... sabias palabras que me dijo
mi amigo Aldo en una cueva de Madrid. A partir de ese momento aprendí a
disfrutar.
Al fin Lic en Relaciones Públicas…bueno,
es curioso esto, porque si bien las personas vivimos de crisis en crisis, a mi me saltó la térmica en el último año de la facultad. En ese último año me quedaban unas pocas asignaturas para recibirme
y surgió una oferta de trabajo en el exterior. Era por pocos meses, pero se
extendió un poco…unos ocho años. Lo primero que hice al regresar, fue rendir
esas materias y obtener mi título universitario. Este se encuentra dentro de un
tubo, formando parte del mobiliario urbano de la habitación que ocupaba en la
casa de mi madre.
Hippie-Audi declarado…si bien
siempre me gusto recorrer, agarrar la mochila con dos cosas e irme a conocer el
mundo, mayor fue siempre el amor por los autos. Podría irme al medio de la montaña y perderme por dos meses, pero al regresar tenía mi auto en el garage, listo para desarmarlo a gusto y
placer, seguramente a modo terapéutico.
Motero en desarrollo…no tiene
mucha explicación…moto, dos ruedas, ruta, libertad, mucho frio, algún salame
que se cruza y pumba contra el piso. ¿Porqué la gente pensará que los intermitentes en los autos son un opcional? La de cantidad de golpes que
evitaríamos si los conductores se acostumbran a usar esa palanquita que aparece
al lado izquierdo del volante.
Fotógrafo en desarrollo…de a poco
voy incursionando en este mundo. El que quiera ver algo sobre mis fotos, les paso en flicker…
http://www.flickr.com/rulogolf